Dar las gracias: ¿una cuestión de cortesía?
Dar las gracias se relaciona con ser educado, con ser respetuoso y saber comportarse en sociedad. En general es más agradable hablar con alguien agradecido que con alguien que pasa de nosotros.
Es necesario en una sociedad tener ciertos valores compartidos. El hecho de dar las gracias es uno de ello. Son esas palabras sencillas que abren puertas. ¿Porqué? Quizás sencillamente porque cuando uno da las gracias, manifiesta que uno se da cuenta de la existencia del otro. Agradecer al camarero su servicio, al conductor del autobús su viaje, al dependiente su atención es una manera de darles visibilidad y de denotar humanidad. Y comportarse como seres humanos y no como máquinas sin ninguna empatía.
Por supuesto, el agradecimiento tiene más valor si es sentido. Evidentemente. Así que cuando tengamos que agradecer algo a alguien mejor hacerlo desde el corazón.
Dar las gracias: ¿puede ser algo más que cortesía?
Pues si. Y es aquí donde el tema se vuelve interesante. Dar las gracias por lo que tenemos, por lo que somos nos permite sentirnos abundantes.
Hasta en los momentos difíciles tenemos algo que agradecer. Puede ser la cama sobre la cual dormimos, la gente que nos rodea, el sol que nos calienta, la comida que comemos. Puede ser poco o mucho. Físico o mental, o emocional. Siempre queda algo por agradecer.
Lo más relevante es que en muchas ocasiones la gente más agradecida es la que ha tenido que superar muchos obstáculos. Porque se dan cuenta de lo que vale la vida. Puedes mirar los vídeos de Nick Vujicic, son impresionantes. Nació sin extremidades y es un modelo de superación. Porque agradece lo que tiene y no se lamenta sobre lo que no tiene. Otro ejemplo de superación y de agradecimiento es él de Elen Keller, quien a pesar de ser sorda y ciega consiguió escribir libros y ser una gran activista.
Esos ejemplos son muy extremos pero dan mucho que pensar. ¿Porqué, cuando lo tenemos todo no estamos satisfechos? ¿Porqué querer más? ¿Porqué esta sensación de no tener bastante, no ser bastante?
Creo sinceramente porque no somos conscientes de lo que tenemos hasta que lo perdemos. De ahí la necesidad de corregir esta pauta y aprender a agradecer a la vida lo que nos ha dado porque esto nos hará felices. No el hecho de acumular y acumular.
Hoponopono y Flores de Bach
El hoponopono es un método de agradecimiento que consiste sencillamente en repetir con consciencia una frase ( dirigiéndola a si mismo, a los demás, al mundo…): “ Lo siento, Gracias, Te quiero, Perdón”. Y es una oración mágica que ha dado resultados maravillosos. Os invito a añadirla a vuestro vocabulario.
Las Flores de Bach por su lado, son remedios naturales que equilibran emociones. Emociones tales como el enfado, el rencor, los miedos, las preocupaciones, la desconfianza… emociones que nos impiden dar las gracias.
Por eso tener una consulta en Flores de Bach o tomarlas por uno mismo puede ser un gran avance para sentirse mejor con uno mismo y con los demás. De eso se trata en definitiva: sentirse bien, vivir en sintonía con los demás, sentirse a gusto con lo que uno tiene. Y agradecer.
Laure Ferrié