Dar y recibir amor en San Valentín

San Valentín se está acercando y se nota un cierto nerviosismo entre la gente por saber qué regalar a su querido o querida. Sin embargo, ¿sabemos regalar amor? Porque de esto se trata en San Valentín… ¿ o no?

Saber dar amor en San Valentín

Efectivamente saber dar amor es todo un arte. Saber darlo sin esperar nada a cambio. Y ahí es donde se complica. En general damos amor y esperamos algo a cambio: sonrisa, mimos, cariño, aprecio, agradecimiento, reconocimiento…

Parece normal, ¿verdad?

Sin embargo el verdadero amor no espera nada a cambio. ¿Porqué? Porque el mero hecho de amar nos alegra aunque no sea correspondido. Estas palabras, que acabo de escribir, me chocan también a mi misma. ¿Soy capaz de amar sin esperar nada a cambio? Pues me toca trabajarlo un poco más. Amar a mis hijos sin esperar nada me parece evidente. Los quiero, hagan lo que hagan ( ¡aunque a veces no les aguante!). Es decir soy capaz de amarlos y aunque esté enfadada con ellos ( tengo 4 así que la probabilidad de tener desencuentros con ellos es bastante elevada) sé en el fondo de mi misma que estos enfados no quitan el amor que siento por ellos.

Pero si se trata de la pareja, las cosas cambian. Un enfado, un desencuentro y para muchos o muchas esa disarmonía pone en tela de juicio el amor de la pareja. ¿Porqué? Porque a veces queremos mal. Nuestro amor es condicional. Queremos que la persona actúe de una manera o de otra independientemente de cómo es. Comparamos, fantaseamos con cómo tendría que ser, qué tendría que decir en un momento u otro… y por supuesto qué tendría que regalarnos en San Valentín.

Así que en esas fechas se ven a muchas parejas regalarse cosas no por ganas de hacerlo sino por miedo a las consecuencias si no aciertan en el regalo…

Dar amor es querer a esa persona que hemos hecho entrar en nuestro corazón hace cierto tiempo y alegrarse por seguir estando a nuestro lado, a pesar del tiempo, de los enfados, de los desencuentros y … de no haber cambiado por adaptarse a nuestros deseos. Porque nos enamoró justamente por ser como es y sería muy triste que cambiase por adaptarse a nuestros deseos.

Así que dar amor es ser tolerante, es estar agradecido, es disfrutar de lo que se tiene, amar la diferencia, apreciar este regalo que nos va a tocar y que no tiene nada que ver con lo que esperábamos… justamente por eso. Porque esta persona que queremos es diferente a nosotros. Y así se entiende como el dar y el recibir van de la mano.

Recibir amor en San Valentín

En cuanto damos amor de verdad, desde nuestro corazón y no desde nuestro orgullo, o nuestro deseo de control y de posesividad entonces estamos recibiendo amor a cambio sin pedirlo.

Porque cuando damos amor de verdad, nos amamos a nosotros mismos. Estamos en paz con el otro, estamos en paz con nosotros mismos y recibimos el amor de los demás de una manera sana y libre. No forzamos el amor del otro. Un amor forzado no es amor. Puede ser miedo ( al rechazo, al enfado), puede ser manipulación, puede ser muchas cosas pero no un sentimiento profundo del corazón.