Respetarse a si mismo es la gran lección de vida que nos toca aprender.
Acabo de ver el vídeo que ha subido José Salmerón en este mismo blog sobre la flor de bach Agua de Roca Rock Water. Como siempre me ayuda a reflexionar. Reflexionar sobre mi misma y sobre cómo nos tratamos a nosotros mismos.
José habla de respetar nuestro tiempo, de respetar nuestros momentos de silencio, de reflexión. Si miramos el ritmo que llevamos estamos muy lejos de respetarlo. Cada mañana, llevo a mi hija pequeña al cole. Veo como corren los padres ( y después decimos que son los niños los que corren sin parar), como se agobian ya desde primera hora por no llegar tarde. Corren por dejar el niño cuanto antes, por entrar en su coche y seguir corriendo y corriendo cada vez más, en la carretera, en la oficina…
Nos olvidamos de respirar, de quedarnos quietos, de tranquilizar nuestra mente. Queremos abarcar y abarcar cada vez más cosas, cada vez más rápido y cada vez mejor.
Respetarse a si mismo es fundamental ya que nos exigimos cada vez más. Nos volvemos duros con nosotros mismos por no estar a la altura de nuestros objetivos.
No es respetarse a si mismo machacarse por no cumplir con tantos compromisos. Necesitamos dejar de exigirnos tanto. Aprender a ser «imperfectos», aprender a tener «defectos», aprender a ser humanos. Sencillamente humanos.
Las exigencias nos llevan al malestar, al bloqueo, a articulaciones rígidas, dolor de espalda, dolor de dientes, bruxismo. Porque queremos controlarlo todo, vivir una vida exenta de dulzura.
Respetarse a si mismo es ser dulce consigo mismo. Es mimarse. Es parar la mente.
Al no respetarse a si mismo lo único que conseguimos es no respetar a los demás ya que sólo podremos enseñar lo que hacemos. Muchas veces pensamos que basta con una buena charla, una buena explicación. Pero nuestros hijos aprenden de nuestros actos y repiten lo que ven. Así que si sienten que agobiarse es lo normal, es lo que aprenden. El agobiarse les parecerá lo normal y no sabrán disfrutar de un momento de paz.
Sin embargo si nos respetamos a nosotros mismos les enseñaremos a respetarse a si mismo también. Les enseñaremos el poder de la palabra NO. Aprenderán a disfrutar de una mañana tranquila escuchando música aunque la casa esté patas arriba, aunque la nevera esté vacía. Un abrazo, una sonrisa, tomar tiempo para escucharse y para escuchar al otro es lo normal.
Al ser capaz de respetarse a si mismo disfrutaremos de la vida, nos volveremos fluidos como el agua. Como el Agua de Roca.
La flor de Bach Agua de Roca-Rock Water es una esencia que nos ayuda a ser menos duros con nosotros mismos, a dejar de exigirnos tanto. En este texto también unos pueden reconocer la flor de Bach Impatiens- Impaciencia para dejar de correr. Lo que pasa es que muchas veces corremos por querer exigirnos más de lo que podemos hacer.
Y lo sabemos todos, ¿ porqué correr si al final vamos a llegar todos al mismo destino?
Por cierto, mirar el vídeo de José, es muy bueno.
Un saludo esencial
Laure Ferrié