Soledad no deseada
La soledad no deseada no significa siempre estar solo. Sino sentirse solo. Sentir que nuestras relaciones son insuficientes o de mala calidad. Es decir: nos podemos sentir solos aunque estemos viviendo con familiares. Es una percepción. Por supuesto, mucha gente vive en soledad y su círculo de relaciones incluye como mucho al dependiente de la tienda de al lado, a la camarera del bar del barrio… Volvemos a lo primero: relaciones insuficientes.
Las consecuencias de la soledad no deseada se perciben a nivel emocional: tendencia a la depresión, falta de energía para emprender un cambio, amargura a veces, tristeza, timidez (puede ser una consecuencia o una razón de la soledad), enfado… un círculo vicioso ya que al estar triste uno tiene tendencia a aislarse todavía más.
También se perciben a nivel físico: ¿Por qué o para quién cuidarse? Así que uno deja de comer bien, no cuida su vestimenta, no tiene ganas de pasear, se queda delante de la tele… justo lo que hace que los demás no tengan tampoco ganas de relacionarse con esta persona.
Soledad no deseada ¿Remedios?
Ante todo quiero diferenciar la persona aislada que se encuentra en un estado de soledad no deseada a veces porque su compañero falleció, o su pareja la ha dejado de la persona que se siente sola porque tiene dificultades en las relaciones y no encuentra personas con los mismos valores o intereses que ella.
Parece que en el primer grupo (viudedad, separación no deseada) sufre de abandono mientras la segunda no consigue conectar con los demás. Pueden ser también las dos fases vividas por la misma persona (se le muere el compañero y a partir de ahí tiene dificultades en sus relaciones porque no se siente comprendida y vive su dolor sola).
Las flores de Bach son un remedio muy útil para esas personas. Porque les ayudan a equilibrar sus emociones. Porque nos permiten reconectar con la fuerza de la vida. Con el amor. A uno mismo y a los demás. Nos ayudan a perdonar, a abrirnos al futuro, a tener esperanzas. A sonreír. Y una sonrisa es la puerta a la felicidad.
Pedir ayuda es muy importante. A veces una misma tiene dificultad en buscar un remedio a lo que le ocurre porque no tiene ni fuerza ni ganas para cambiar algo. Puede que esta ayuda llegue desde fuera: de una hija que nota que su madre lo está pasando fatal, de un vecino que nota el cambio,…
Esta ayuda puede ser una consulta en Flores de Bach, por supuesto. Puede ser también ir a un psicólogo, según el estado, puede ser ayudarles a encontrar una actividad ( los ayuntamientos ofrecen muchos talleres para que la gente se conozca)…Mucha gente tiene una mascota y es muy bonito porque les conecta con la vida, con el cariño, con el amor.
Sobre todo, cuando andemos por la calle y nos crucemos con alguien triste u que notemos que está muy solo, démosle una sonrisa, mirémosle a los ojos. Quizás sea lo único bonito que reciba a lo largo de su día.